27/2/12

Aquí y ahora (ayer)

Quedaba poco tiempo juntos y tratamos de vivirlo como un día normal. Obviamente la angustia nos sobrepasaba a ratos.

Mientras él me abrazaba, buscando mi guata, follar, yo lo rechazaba y le decía que no podía en ese estado, no quería.
Rápidamente pasó la hora y no quería terminar de empacar, las lágrimas corrían a mis ojos, pero traté de desecharlas de inmediato... hasta que nos dimos el último abrazo. Ya no estaría conmigo en las noches, no podría mañosear, no tendría su compañía en la ansiedad.
-Sólo me vas a dejar al bus.- Dije con la voz entrecortada. -No quiero que ni me mires, por favor.-
-Por qué.- Preguntó riendo/llorando.
-No, no me digas nada más.- Le pedí y rompí a llorar. Fue terrible: Nunca había llorado porque me separaba de alguien, con suerte sentía cierta incomodidad.

No sé, agradezco mucho lo que viví. Estoy feliz y triste por haber partido, pero sé que de aquí a mañana va a haber pasado.
(Aún así, no pude controlar unas lágrimas rebeldes en el bus mientras escuchaba una canción triste.)

Seré huevoncito :)

24/2/12

Partida

Siempre he ansiado el momento de partir. Abrirme a nuevas historias, nueva gente que compararé con mi vida, darme cuenta de lo jodido que estoy.
Pero esta vez, es amargo y dulce a la vez: Dejar atrás a gente que acogió incondicionalmente, que me entregó su amistad porque sí, se me está haciendo difícil, tanto que quiero postergar hacer el equipaje lo más posible, pensando que es un sueño del que despertaré eventualmente para darme cuenta que sigo atrapado en la simetría.

Ahora que todo se está rompiendo de nuevo, estoy un poquitín aterrado y muy emocionado por poder perseguir -de una extraña manera- mis sueños.

Sé que los extrañaré y dolerá like hell, pero sé que lo que se viene es algo que tengo que vivir.

Y quizás, en una de esas, volver a este dulce aletargamiento del lugar que por dos días más será mi hogar.

(Tengo como pena. Estos son los momentos en los que odio no poder llorar.)