Mostrando entradas con la etiqueta Sexo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Sexo. Mostrar todas las entradas

17/4/11

Ella y Él

Me gustan los días lluviosos. Me gustan porque aclaran un poco la neblina de los días lluviosos de antes.
Hoy, salieron ella y él de mi cabeza, de esos momentos que son importantes y no sabes que te marcan hasta que le buscas un por qué al porqué eres así.
Ella siempre estuvo nosotros cuando yo estaba. Ella nos enseñó que los bebés no salían al cortarle la guatita a la mamá, salían de la vagina.
Entonces, como juego, nos mostró lo que se hace para tener un bebé: el pene va en la vagina una y otra vez. Miren, háganlo.

Él nos mostró su pene flácido que poco a poco comenzaba una erección. Nos pareció algo espectacular, lo penetró como lo hicimos con ella y queríamos más de eso.

Ella quería seguir jugando con nosotros, pero hablábamos de él todo el tiempo y recordábamos lo rico que lo habíamos pasado. Lo bien que se sintió cuando logramos que él eyaculara. Ella no podía hacer eso.

Él, en un momento hizo que su exquisito miembro penetrara nuestras bocas y ella quizo ser penetrada por nuestras lenguas.

Después de un tiempo, los dos nos fuimos. después de un tiempo, nosotros ya no fuimos nosotros.

Ella lloraba desconsoladamente, contándole a una amiga que me extrañaba: "Lo necesito, Ana. Lo necesito. Quiero que esté conmigo. Que me proteja" Ana le contaba a Patricia y las escuché en un día lluvioso.

Cuando, pudimos volver a visitar a él, se mostraba nervioso. Pero no nos importaba. Lo que uno quería era ser penetrado y que él eyacule dentro suyo y el otro quería penetrarlo mientras masturbaba suavemente su pene. Los dos querían sentir el pelo de su pecho, uno en su espalda y el otro en su pecho. Llovía a cántaros ese día, como si el día supiera lo que hacíamos y preparara el escenario para este recuerdo.

Él ya no quiso servirnos sexualmente nunca más. Ella nos buscaba.

En los días lluviosos, algunos se convierten en ella y escapamos, nos atemoriza su necesidad. Otro ya no está. Y yo sigo buscándolo a él y mis mejores orgasmos llegan cuando siento en mi memoria su tibio y vigoroso semen en alguna parte de mi cuerpo.

14/12/09

undostrés ó un dos tres ó un, dos, tres ó cero.

Loksins Erum Við Engin

Te odio. - [Grito de llanto.]

Comienzo a sentir el cosquilleo en mis antebrazos. Hacía mucho tiempo que no tenía la necesidad de hacerlo. Quizás porque aquella armadura me había privado de todo sentimiento, entonces los sonidos se filtraban en mí mientras dormía, salían de mi cabeza como vapor, sin lograr que yo los sienta.
Entonces dormía tranquilo. Sin problemas.
Pero ahora ya no y mi cuerpo exige algún tipo de liberación, la presión de los sentimientos reprimidos se encuentran en estado de ebullición. No flotarán mucho más rápido por más que duerma. Por más que me distraiga...

Entonces, después de asumir eso, me acerco al velador donde sé que tiene esas pastillas. Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis. No más pues empezaré a alucinar y cuando alucino me siento culpable. Me siento en el suelo, e ingiero las seis de una vez y la botella de agua mineral que me vendió la señora. ¡Tan sanito que es usted! Me dijo mientras yo le respondía con una sonrisa. -¡No sé cómo tiene esas ojeritas mi niño. Debe ser tanto que tiene que trabajar!- Quizás tiene razón. No sabe que alguien tomó mi caparazón, me lo quitó y luego me dejó tirado, hablándome de vez en cuando. Me dejó vulnerable y ahora se hace el tonto hablando de cosas triviales. Me tiro en el suelo mientras suena alguna canción que no podría recordar ahora.
!& minutos de tonta espera para que llegue el efecto. Siento de inmediato mis ojos dilatados y esa energía rara que te llega de no-sabes-dónde y todo comienza a tomar sentido. Extraño, debo reconocer, pero sentido al fin y al cabo. Pienso si debo llamarlo o no... quizás lo haga ahora... o más rato... o nunca.

Vete de aquí - [Susurro a los fantasmas.]

Entonces, después de asumir eso, lo llamo. Llega a los 15 minutos con la cara afiebrada, sabe a lo que viene. Sabe que no tendrá de mí todo lo que quiera, pero su mayor victoria el verme así de vulnerable. Siempre espera este momento, desde que nos conocimos hace algunos años atrás. Es como un pacto que ninguno de los dos ha aceptado, pero acatamos al pie de la letra: No lo quiero como pareja, nunca lo haré. Ya ni siquiera es necesario repetírselo, pues sabe que me tiene cuando lo necesito, entonces, tiene mayor poder que nadie. Me es fiel porque así lo quiere, porque siente que no estoy corrupto, que sólo las circunstancias me convirtieron en éste.
Para qué decir lo poco que me alegra verlo, pues cuando está, es porque de verdad estoy mal. Algo estoy haciendo mal, o algo hice mal. Pero no importa. Nos hemos gustado sexualmente desde que nos vimos. Lo mejor, es que no tengo que fingir nada, simplemente me dejo llevar: Ni siquiera me saluda y comenzamos a besarnos, yo lo aprieto fuerte de la cintura, lo pego a mí para sentirme parte de algo, como siempre con él. Lo aprieto fuerte, mientras su lengua recorre mi boca en busca de un alma que no está en este cuerpo. No importa, tenemos lo que queremos ahora. No quiero soltarlo, no puedo hacerlo, pero sus brazos libres me acarician la cara, el cuello, mi trasero, logrando desatar todo. ¿Para qué contenernos si ya lo hemos hecho tantas veces?
Siento el bulto en su entrepierna comenzar a crecer, sucediendo lo mismo con el mío. Entonces, nos apretamos más en muchos besos que olvidan la regla, la etiqueta o la cordura. Paso mi lengua por su cuello, luego beso el lóbulo de su oreja mientras respiro en su oído y le digo: ¡Eres mío weón, mira como me calientas! en un susurro mezclado con los gemidos, pues en ese momento comienza a acariciar mi miembro erecto. No logra pasar mucho rato así, pues lo volteo, le bajo los pantalones y comienzo a moverme entre sus nalgas. Sé que eso le calienta mucho. Yo con mis pantalones puestos y él ya medio desnudo. Le gusta parecer débil y a mí me gusta parecer fuerte. Tomo su pene con mis manos y comienzo a masturbarlo mientras sigo frotándome en él. Pasan así unos minutos y se da vuelta. No me mira, no sonríe, no tiene esos actos romántico-juguetones tan característicos de él pero mata pasiones. Simplemente se deja al instinto tanto como me he dejado yo y me saca de los pantalones y comienza a chupármela, dios, cómo me gusta... para qué demorar más el asunto... lo tomo de la cabeza, lo obligo a que se la trague entera. Una vez hecho eso, lo tomo del pelo y lo levanto y lo beso, me encanta sentir el sabor de mi pene en su boca, me enloquece más. Así, lo giro fuertemente, masajeo su ano en lubricante y lo penetro. -¡Sí weón!- dice con la voz quebrada. Y no dice más... pero eso es suficiente para que lo clave con más fuerza aún. -¡Acaba rápido!- Me dice. No le gusta que lo penetren mucho rato, pues es activo... Eso es lo único que no me gusta de él. Quisiera tenerlo mucho más tiempo de lo que el "soporta". Pero bueno, Yo igual estoy demasiado caliente y simplemente me dejo llevar.
En la cama, él de espalda con las piernas abiertas y yo penetrándolo con fuerza... mucha más mientras él comienza a masturbarse. Lo miro a la cara, sé cuando está por acabar y trato de hacerlo junto a él. Esta vez lo logramos, antes siempre me iba antes... gemimos mientras lo hacemos y los dos expulsamos nuestro semen, él, en su pecho, casi tan fuerte que llega a su boca y yo dentro suyo.

"Nada de lo que queremos y todo lo que podemos dar." Se me ocurre justo antes y me parece divertido.

El máximo momento en el que somos uno, ¿será uno, tres, quince minutos esta vez? Nunca lo sabemos. Pero por algún motivo me nace abrazarlo. Pero no podemos. Podríamos confundirlo todo y cagarla... otra vez.
Siento que quiere besarme, a si que me alejo hacia el baño y le acerco algo, no recuerdo qué para que se limpie y tomamos una ducha juntos.
Después de un rato él quiere irse y yo que se vaya.

Déjanos en paz. - [Último acto.]

Entonces, después de asumir eso, tirado en la cama, él come una pizza. De esas grandes individuales. Ya me acostumbré a verlo comer tanto. Ver comer a la gente siempre me ha saciado y me libra de ese apetito, por eso siempre pido una grande. Así está bien. Cuando están satisfechos no se preocupan que tú comas. Ya conoce todas mis trancas y las entiende. Dice que él quisiera ser como yo, pero que le da nervios hacerlo, que lo pillen o que simplemente le de hambre.
Lo miro divertido, pues no entiendo por qué siente ese tipo de admiración, pero si me entiende, bien. Al menos puedo ser yo mismo.
-Debe ser como lo que yo siento con Cristian- Le digo pensativo.
-¿Sí?- pregunta él mientras, aburrido de la pizza se acerca a verme jugar con el cuchillo.
-Da lo mismo- Sentencio despreocupado mientras lo deslizo por su frente.
-¿Lo harás?- Dijo sin siquiera moverse.
-Sí- Respondo, mientras le paso el mango del elemento cortante aquel. -Pero que sea rápido- Añadí antes de arrepentirme.

Él siempre lo ha hecho, siente cierta obsesión con eso. Es ahí, quizás cuando se vuelve mucho más fuerte que nunca. Cuando sale realmente quién es y me maneja como quiere.
Cuando entiende por completo mi debilidad y ya no hay nada que pueda hacer al respecto.
Así, entierra el cuchillo en mi antebrazo y comienza a cortar en horizontal, luego en vertical... Una magnifica cruz de carne abierta. No tan profunda ni tan superficial. Llevaba años practicándolo conmigo y ahora era casi un especialista. La sangre comenzó a fluir en un rato.

-Me gusta que el piso sea de baldosas- Observó. -Así limpiamos más rápido.
-Pero la sangre coagula más rápido en acá - Respondí -Y me gusta verla líquida-


En este instante recorre la herida de manera diagonal. Un poco más profunda y dolorosa.
-¡Mierda!- Grito. -¡Aweonao!- y comienzo a reír mucho... mientras la sangre cae descontrolada al suelo. Y no nos importa.
Disfrutamos el momento un rato y me abraza. Siempre son cálidos en este estado.

Siento un sonido que me dice "me gustaría que no te preocupes"
Sonrío mientras me tiro en el suelo. Siento mi conciencia proyectarse hacia afuera
Ahí estoy, tirado, con una pizza pequeña con dos mordiscos, un cuchillo negro, y el espejo lleno de mi sangre.
Entonces le digo a aquella voz: -"En ningún momento lo he hecho"- Y me hecho a dormir, pues he tenido un día intenso.

1/12/09

Abandono

Anoche sólo se dejó. Con mirada ausente entregó lo que le pidieron por lo que él no quería.
Sólo pensaba que hoy tendría que arreglar muchas cosas pendientes...
Sabiendo que perdería.

20/10/09

¿Trampa?

Conversamos un tiempo... un par de días. Debo reconocer que sigues igual de encantador que hace un año.
Tengo tu sonrisa pegada en mi memoria y cada vez que necesito algo de aire fresco, la evoco.

Ahora que estamos solos, sin que nadie nos moleste, sonreiré también.
Tomaré tu cuello y lo acariciaré como siempre he deseado.

Inhalarás y apretaré.
Mi sonrisa se transformará en nada. La misma no-expresión de siempre.
Seguiré apretando y veré la duda en tus ojos. Tu miedo.
Pero apretaré más fuerte, hasta escuchar el glorioso chasquido de tus débiles huesos romper.

Exhalarás 

Por última vez.

Y estaremos a mano, como con el resto.

Entonces sabras, por fin, quién soy...
Y por qué te amo.

1/7/08

Prueba I

Caminó por esa casa de espejos, sonriendo a cada uno de los reflejos. Abrazándolos, sintiéndolos. La música exterior le animaba a continuar caminando de manera estúpida

-No son reales-dijo aquella dulce voz
-Quiero que lo sean- respondí, desanimándome.
'No lo son'

Aquella voz tomaba forma, su figura recordaba cariño, algo que debía adorar y retener. A pesar que la ilusión desaparecería pronto.

'Reflejo'

-Pero le amé- dije sin dudar.
-¿Tan pronto?-

'Es que olvidé que es éso'

Un delicioso algodón de azúcar... quice tomarlo, comerlo, tenerlo. Pero venía del espejo
-Ojalá hubiese hecho algo- Me respondió.

Es tarde y ambos lo lamentamos.

Por lo que seguí caminando. Una pastilla de menta. Un Halls, de esos negros.
-...- Pensé
Sonrió, y se fundió entre la salida y la entrada. Tan ambigua como la sensación que me producía comerla. Gusto, pero de ésos que molestan e incluso duelen un poco.

Mi sonrisa indicó que volvería a buscar aquel molesto placer. Quizás con otra postura, pero volvería.

6/1/08

(1)

No quería seguir en aquel estúpido juego.
Quería liberar de alguna forma todo lo que tenía que decir...

Y fue por eso que le beso...
lo tocó...
lo desnudó...
y lo folló.

Cuando todo terminó, se sintió bien. Ya había dicho lo que tenía que decir, sin siquiera expresar el innecesario amor.

Se subió los pantalones... sin siquiera regalarle una sonrisa, se fue.

Volvió donde le encontró...
Otro más...
un beso, una caricia...

El caos llamaba la perfección que concluiría con la muerte.

[A mi querdo D. tú... que fuiste valiente hasta que sonreíste por última vez. Eras una dicha mientras estabas dentro de ellos. Pronto llegarían a maldecir aquel dia.
Suerte en el infierno, cielo, limbo...

y....

No necesitas suerte en la nada.

Te quiero]

26/9/07

Blossom

Sentía como la energía se reunía dentro de su persona, y así comenzó su juego. Sólo por probar. Sólo por saber que pasaba.

Así, lo intentó de una y otra manera, sin tener la seguridad al cien por ciento qué es lo que quería hacer.
Probó y se dejó sentir. Dejó sus manos volar como si tuvieran vida propia y de esa manera, se empezó a sentir bien. Se dejó llevar otra vez, sólo por saber qué pasaba.

Los sonidos eran un poco más extraños esta vez y no tenía miedo de despertar a su gente. Sólo importaba el misterio de qué sucedería cuando termine.
¿Se sentiría bien?
¿Dolería?

Así, los minutos pasaban mientras su mente quedaba más en blanco y sus dedos se deslizaban sin pedir permisos y sin saber de restricciones.
Imágenes venían a su cabeza, pero trataba de alejarlas. No quería ver.
Ahora su respiración se agitaba, no parecía tener fin, sólo sus dedos que no querían detenerse. No querían parar su labor, incluso después de haber terminado.

Se detuvo un momento. ¿Qué pasaría?
Continuó. No importaba.
Abrió los ojos para ver si todo iba bien... nada cambiaba, sólo su cuerpo y sus palabras.
Su cuerpo y sus sonidos.
Su cuerpo y sus olores.

Cerró los ojos y continuó su trabajo. Éxtasis... mientras recorría aspectos que jamás imagtinaba

¡Fuera! susurró en un momento.
'Nada debe interrumpir este momento'

Cariño... cariño a su persona y una comprensión que nadie le había manifestado antes.
-Esto es bueno- Sonrió. Su mente reia.

Francés, Inglés, Brasilero... da lo mismo pues todo estaba en armonía.

Se estremeció. Supo que llegaría a su fin, pues alargarlo sería inútil.
Era hora de saber qué sucedería.

2/8/07

Culpa

Estaban en su cama. Era hora de dormir.
Antonio quería tocarlo. Deseaba sentir aquello que estaba prohibido.
-¡Buenas noches!- Dijo Eduardo.
-¡Chao!- Respondió.
Se lo imaginó desnudo y tembló de placer... se acercó un poco para sentir más de su calor. Le tocó una pierna y sus vellos le provocaron una sensación extraña.
-¿Quieres jugar a algo?- Preguntó Eduardo.
Antonio se sobresaltó... se lo imaginaba durmiendo. -¿A qué?- Dijo inseguro.
-Como estás tocando mi pierna... creo que yo puedo tocar la tuya, además, como cumplí 21, creo que me merezco un regalo.-
El joven retiró su mano al escuchar esas palabras. Mas Eduardo se dió vuelta mientras movía su brazo en dirección a las piernas de Antonio.
-'No pensé que haría eso'- Dijo para sus adentros.

Poco a poco ambos estaban recorriendo el cuerpo del otro. Con caricias tímidas, Antonio pasó sus manos por la espalda de Eduardo, su sudor le seguía provocando sensaciones placenteras.
Sus respiraciones se entrecortaban... y así, poco a poco acercaron sus manos a la entrepierna del otro.

Eduardo, un poco más agresivo, tiraba de la ropa interior de Antonio, sin tocar nada.
Antonio, un poco más tímido, pasaba sus manos por el elástico del slip. Más vellos... qué placer.
Así siguieron su juego unos minutos. Cada vez sentían más calor. Cada segundo que pasaba significaban más ganas de dejar totalmente desnudo al otro.

-Ven- Dijo Eduardo, agarrándolo y poníendolo sobre él.
Antonio gimió al sentir sus miembros frotándose. Gimió al sentir cómo sus nalgas eran tocadas por esas grandes manos. Gimió al sentir cómo le bajaba el boxer. Y gracias a ese acto, se atrevió a sacarle el slip.
Así sus dos cuerpos húmedos comenzaron a frotarse entre sí.

-¿Te gusta?- Preguntó Eduardo con la voz agitada.
-Sí, no pares...-
-¿No te aburre?-
-No-
-Deberías, porque quiero que hagamos otras cosas-

Antonio dudó un poco. -Voy a hacer lo que quieras.- Dijo, mientras acercó su mano al miembro de Eduardo y lo sintió mojado.
-No te puedes retractar.-
-No lo haré.-
-Quiero que lo metas en tu boca.-
Antes que el joven pudiera protestar, Eduardo se había movido de tal forma, que su pene quedó cerca de la cara de Antonio. Y lo vió... grande, sabroso... un líquido salía de su orificio. Casi sin dudar, puso su boca completa en aquella masa de carne.
Una mezcla de sensaciones recorrieron su cuerpo... mas no se detuvo... Pasó su lengua por todas partes... de repente sabía qué hacer. De repente, todo estaba permitido.

-Pendejo de Mierda- Exclamó Eduardo. -Me parece que ya has hecho esto antes, la chupas muy rico.-
Antonio no respondió. No dijo que era la primera vez con un hombre.
Y así se mantuvo un rato... entregándole placer a su ídolo... al hombre que más admiraba.
-Para- Dijo Eduardo de repente -Te lo tengo reservado para después.- Se incorporó. -Voy a hacerte mio. Y no vas a reclamar, te va a gustar.-
-¡Qué vas a hacer?- Preguntó Antonio asustado.
No respondió, sólo puso al joven boca abajo. Y luego comenzó a lamer su trasero.
Antonio jamás había sentido algo parecido. Un placer que nacía en su ano y se desparramaba sin control por su cuerpo.
-Quiero... que...-
-Sí-
Sin previo aviso, sintió como era penetrado. No era eso lo que quería. El placer que hace tres segundos sentía, se convirtió en un dolor horrible.
-Sí... tranquilo... sé que te duele... pero sé que lo quieres.- Susurró Eduardo sobre él. Su cuerpo sudado le provocaba más calor.
-Para...- Dijo Antonio. Que estaba a punto de enloquecer. No sabía cómo sentir. El dolor ya le había invadido, pero de alguna forma, no quería dejar de ser penetrado.
-No- Respondió mientras comenzaba a embestirlo una y otra vez. -Ahora eres mio. Cualquier persona con la que te metas te recordará esto. Y querrás que sea yo.-
Subiendo el ritmo cada vez un poco más.
-No pares...- Dijo ahora Antonio.
-No pararé, te seguiré culeando hasta que acabe en ti.-
-¿Acabar?-
Un gemido muy fuerte, El ritmo había cambiado. Antonio sintió como todo el líquido pasaba por dentro de él. Eduardo se movía extraño.
-Estuviste muy rico pendejo...-
-¿Qué pasó, por qué paraste?-
-Verdad que tienes siete años no más... Mira... acabar es...

17/7/07

Arlequín

Creo que intentaré dejar el título para el final.
No sé por qué siempre pienso en eso primero y luego me obligo a enfocarme en 'eso' que quice poner al principio, pero que debió ser definido al final.
Siento que tengo los dedos trabados para escribir en el teclado, cosa que no me sucedía hace tiempo. Ahora siento que mis dedos se deslizan suavemente a través del papel, en la intimidad de mis oscuros deseos, donde puedo volar e incluso violar a mis personajes.
Obligarlos a ser prostitutas de su deseo y no sentirme culpable de ello, mas me frustra, pues sé que hasta ellos mismos tienen deseos de ser castos, de no sentir el placer carnal que yo les doy por la fuerza. Y sufren pues son violados una y otra vez y aún así no se quejan.
Como me gustaría que se revelen, que me aten, que me obliguen a darles una vida feliz y normal.
Pero no. Se someten a lo que yo les quiero hacer y sonrien
y fornican
y no sienten
y se entregan el uno al otro
sin cuestionar, sólo se entregan y me aman
no me dejan.

Qué harían ellos sin mi?
Serían Felices.

Creo que es hora de burlarme de mi mismo.

16/5/07

Qué Demonios???



Leí, no hace mucho en un blog que activos faltaban. Me entristece decir que en mi vida sobran, uf... no es que me haya acostado con todos y cada uno de ellos, pero es típico que te preguntan en algún puto momento de la conversación ¿Y tú eres activo, versátil o pasivo? (Pregunta que a veces detesto, en verdad) Y ahí va uno diciendo inocentemente la verdad: versátil activo ¿y tú? Ahora viene el desgraciado drama. Te dicen activo, de una manera tan seca, como queriendo expresar "No voy a dar mi brazo a torcer". Y ahí quedan ellos, como esperando un "Pero igual me puedo adaptar y ser más pasivo" Pasivo mi ex!!! mira que harto me costó ser versátil Con esto de tener que volverme más sociable, he conocido en unas semanas más hombres de lo que podría imaginar y todos vienen con la típica preguntita incómoda. Pero, hay que reconocer, que te ayuda demasiado a no crear castillos en el aire y ver esa lucecita roja. DEMONIOS!! INSISTO! DEMONIOS! El mino guapo, es activo... la loca, es pasiva (Ahora quiero ratificar que la regla no se cumple en un 100%, ya que conocí un guachón, bien hombre pa' sus cosas que me dijo orgullosamente: "Soy pasivo") Quiero aclarar que no tengo (ahora) ningún drama en ser versátil con tendencias activas, pero no falta el que te dice también "Soy activo, pero con amor todo se ve" Se ve qué? Al final no hay cambio!!! (Lo digo porque lo dije) Pero bueno... sólo eso era lo que quería expresar el día de hoy, pues me tenía hasta la coronilla y no lo quería conversar con nadie. Mmh... eso

15/4/07

Hey, Remember That Time When I Od'Ded, For The Second Time?

Después de pasar por mi cuerpo desnudo aquella horrible loción que prometía arreglar mis problemas, vi con horror que gran parte de mi piel se cubría de puntos rojos que daban mucha más comezón de lo que podría soportar, a si que opté por no hacer nada, por el momento.
Después de sentirme bien, por haber seguido mis instintos automedicantes, pasé gran parte de la noche despierto mirando la silla mientras el mundo flotaba alrededor. El único punto de soporte era la silla... el remedio pasaba a través de mis poros y nada parecía cambiar. ¿Podría, por lo menos, haber algún efecto placebo? Me dió hambre, me levanté... sólo para notar que mis piernas no estaban funcionando bien, que no podía caminar si no el mundo flotaría en pelotitas de color pastel, quizás azul pastel... quizás celeste pastel.
De repente aparece frente a mi la hermosa Frou Frou y dice: "Qué bueno que estás enamorado. Te sienta (Como cualquier cosa)... Estoy feliz que estés enamorado... porque cualquier color va contigo". Así, sentí una plancha ardiente pasar por eshte corazoncito que late por xxx. Me di cuenta que Frou Frou no cantaba para mí. Cantaba desde mí hacia Juan Cristóbal. Maldito Juan Cristóbal... no te dejo de querer. Pero dejé de quererte. Y las horas pasaban dentro de una nave piloteada por un gato con orejas de pikachu.
...Ya sé... rosado pastel...
En un segundo estaba durmiendo en la cama que no quería estar. Y siento a mi primo cantar con una mujer... -No hay respeto- pensé, mientras las bolitas pastel se convertían en bolitas eléctricas... lo siento subir a mi pieza...
-Tienes plata?-
-Sí-
-Dame-
-Sí, cuánto-
-No sé-
-¿Me la vas a devolver?-
-No sé-
-Toma- le dije, mientras le daba unos billetes.
-Tenemos xxxxx ¿quieres?-
-No sé, me puse XxX, ¿Será seguro?-
-¿Cuándo te ha importado?-
-Dale, me levanto y le damos. ¿Quién está abajo?-
-Tu mina-
-¿Mi mino? dije mientras los ojos se abrían y denotaban unas pupilas extremadamente dilatadas-
-Tu mina, weón. Tu mino no te pesca.- Respondió él triunfante.
-Ándate a la mierda y dile que no quiero verla.- Dije, mientras notaba que estaba completamente desnudo frente a él... y que no me importaba.

Subió seis horas después pidiéndome más dinero. Tenía la cara desfigurada... se notaba que se había acostado con ella. No me importó, después me vengaría. La culpa no era de él. Creo que es una ninfómana.

Bajé y ni la saludé, decidí tomar una ducha extremadamente caliente, tan caliente que provocaba escosor en toda mi piel. No me importó. No me dolió. El agua caía lentamente, cada burbuja traía una sonrisa de bebé, era como estar en los Teletubbies un millón de veces seguidas, a si que decidí hacer algo al respecto. No vería más Diskoberi Quids ¿O no era así? ¿O sí?... ¿O no?

Probamos xxxxx. Ahí el mundo giró rápidamente... yo era feliz y lo único que importaba era que a nadie le importaba. Todo seguía igual y el mundo se oscureció... Por segunda vez dentro de una malla de frenesí, golpes y recuerdos de weás estúpidas que en ese momento se vuelven importantes