Me da mucha rabia el hecho que en el metro, cagado de calor y sintiendo el sudor de la decena de personas a mi alredeor, se me ocurran ideas relativamente aceptables para esta porquería de blog.
No sé por qué ver tantas caras serias, casi formando un puchero, me inspira para ser más ácido y tener ideas buenas.
Justo hoy, mientras un tipo (demasiado gay) ponía su trasero en mi mochila, se me ocurrió algo genial que podría desarrollar, pero ahora que lo intento, me parece estúpido y sin sentido (No era la idea que se me había ocurrido, entonces). Igual, entre olor a 'no me bañé hoy' y 'me puse más perfume de lo que pensaba' las ideas flotan junto con mi viaje.
Ya no uso las puertas como espejo ni mucho menos como una sutil manera de espiar; las uso para visualizar ideas que corren más rápido que el vagón en el que me encuentro... tan rápido, que cuando me bajo ya se me olvidaron. Quizás están en Baquedano o Quinta Normal...
Así termina mi viaje, entre juegos que se me ocurren y que dejo pendientes para el otro dia y gente de distintos tamaños y formas.
Quizás algún dia desarrolle éso sobre gays y GAYS... pero no hoy... me dijeron que me faltaba energía y tengo que ahorrar... ¿Cuánta energía ocupa el hecho de respirar?
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