9/7/13

Yrot.

Sólo quedaba un poco de nostalgia frente a lo que había vivido aquella noche. No podía explicarse por qué sabía lo que estaba pronto a suceder, pero aún así esperaba sentado en la esquina de la cama a que apareciera saliendo del baño, creo.
-Estás tan bonito.- Le dijo sonriendo con tristeza. Su pelo había crecido en poco tiempo, mientras que sus acuosos ojos mostraban una chispa de confianza.
La habitación era cálida, un lugar donde ambos habían contado cosas que no saldrían de ahí. Juramentos que quedarían dormitando en esa pieza sin cumplirse. Eso lo sabían los dos.

-Vamos, mi papá no esperará mucho tiempo.- Respondió un poco nervioso el joven. Era primera vez en su vida que presentaría a un amigo a la familia; no sabía qué dirían ni cómo le caería aquel hombre nervioso y callado, más nervioso y más callado que él.

Subieron al automóvil y se hicieron las presentaciones formales necesarias, él era un amigo y se habían encontrado momentos antes. Irían a la casa familiar por un rato, luego verían qué hacían.
Todos fueron afectuosos con el desconocido, preguntaron cosas irrelevantes y contaron cosas irrelevantes de sus respectivas vidas. Él tomó esto como un buen signo y comenzó a sentirse a gusto con aquella familia. Pensaba que podría encariñarse con la madre, que se veía tan emocionada que invitó a todos a tomar once en algún café. Cosa que todos aceptaron gustosos.

Dentro de la casa, los amantes no encontraron oportunidad de conversar, pues hace tiempo que su dueño no visitaba aquel lugar, entonces pasó un buen rato conversando con todos, actualizando lo bien que le iba, quizás.

Mientras tanto, el invitado esperaba mirando televisión junto a la abuela, quien conversaba con ella misma sobre tiempos gloriosos, donde se avisaba con días las visitas.
-"Todo está bien. Sólo tengo que esperar a que termine este día."- Se podía leer en su cara un poco de angustia.
En ese instante llega sonriendo el otro.
-Saldremos a comprar.- Le dijo mirándolo raro. -No le caíste bien a mi hermana. Lo siento, pero no estés acá cuando volvamos.- Susurró.

Asintió tratando de asimilar lo que pasaba, pero nada tenía sentido... si estaba tan bonito. Caminó torpemente hacia la puerta buscando cómo orientarse en aquel lugar de su cuidad que, probablemente, no había visitado antes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario