Se sentó en el suelo, haciendo dibujos con sus dedos en la tierra.
Su cara sucia, triste, sólo mostraba ojos vacíos.
'¿Dónde había quedado aquella alegre inocencia?' Se preguntó al verlo.
-¿Qué te pasa?- Susurró a su lado, mientras se sentaba cerca de él.
-Espero.- Respondió. Su voz sonaba indiferente.
-¿Qué?-
-Al tiempo.-
En ese instante, el joven se paró. Silencioso, respetuoso.
No tenía nada que hacer ahí
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