28/2/09

Del sitio de descanso

Siguiendo su camino, se detuvo frente a una hermosa fuente llena de agua turbia, sucia.
Intentó ver su reflejo, pero, en vez de éso, logró observar un arlequín que tristemente se burlaba de él mismo.
La estatua recordaba una figura humana, de sonrisa alegre y ojos confiables. La mano apuntaba al joven.
Se leía en la inscripción:

'¿Cuánto tiempo lograrás seguir evitándome?'

Creyó distinguir algo amenazador, no agradable. Y como siempre, siguió su camino, con los ojos perdidos y las manos en los bolsillos.
Escurriéndose, como agua en las manos.

1 comentario:

  1. Muchas veces la verdad sobre nosotros se esconde y solo se muestra en momentos en los cuales estamos débiles.

    Sabes? me pasa bien seguido que leo algo tuyo y me cuesta seguir un poco el hilo ... pero me agrada bastante eso, no me pasa amenudo. Quizá porque será.

    Saludos :)!

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