7/1/11

Fiestas, Comidas y Nada. (1)

Creo que me he decidido a dejar de revolver mi cabecita en búsqueda de alguna buena historia que contar. Imagino que vendrán, eventualmente.
A si que por mientras, me contentaré a relatar para la posteridad cómo va mi vida; qué he hecho de vez en cuando.
Cosas superficiales, claro, pero a falta de historias, buena es mi historia.
Tratar de dármelas de crítico de restaurante, un poco de vida familiar o social, si corresponde y así, cosas banales sin importancia de las cuales, quizás, con un poco de suerte pueda sacar algo cuando lo lea en el año 7 o el año 9.

Entonces, por ahora, comienzo:
Período 25-12 / 07/01

Navidad y Año nuevo (O las recompensas de mi vida asocial.)

Para empezar, quizás deba recalcar que odio estas fechas. No les veo sentido y detesto tener que estar con mi familia directa por más de dos horas seguidas. Pero bueno, de repente me veo en el bus de las dos de la tarde hacia Punta Arenas: Me juntaría con la Pam, y luego iría donde mi padre a la cena de navidad. ¡Uh! Qué entrete (...yeah, right). El viaje transcurrió sin mayor percance, excepto por la vieja imbécil que andaba con una perra. Todos sentían olor a perro y nadie le decía, hasta que el auxiliar del bus le digo: -"Oiga, señora. Podría esharle un poco de deso'orante a la perra... es que 'ta hedionda."- Palabras que arrancaron una gran carcajada de mi persona (Pretendía hacerme el dormido y la escondí en una muy mal fingida tos.) La señora, humillada, responde: -"¿Qué te pasa? ¿Que no ves que la perra es de raza? No tiene olor, es una pudle, una pudle (Segunda gran carcajada, ya no podía seguir fingiendo) Deben ser estos gringos hediondos, ¿No los ve? ¿Ah? andan con los zapatos a'huera y dejan pasa'o a pata." Fuck you vieja ignorante.

En fin, llegué a Punta Arenas y mi primer destino era la casa de la Pam. Llegué pasado a City Glam y después de todo el alboroto de saludar a su mami, abrazos para todos lados y pelambres random. Nos dirigimos al malls de Punta Arenarsss. Buscaba un regalo para 'Y'. Sabía que tenía que ser algo bueno, pero no demasiado. Después de una 'ardua' búsqueda y una Pam a punto de ponerse idiota llegamos a la GMO donde le compré lentes de sol bacanes que disminuyen el brillo y mejoran tu vista según el especialista. Entonces, nos dice la palabra mortal: 'Tenemos una promoción en la que el segundo te lo llevas a mitad de precio" Maldición, la Pame no debió escuchar eso. Le dio con que quería unos y no andaba con plata cosa que terminó de idiotizarla. (Más tarde 'Y' me preguntó por qué no se los había comprado yo y luego ella me devolvería la plata: simplemente, no se me ocurrió).
Bueno, algo notorio que sucedió en la óptica fue que mientras comprábamos, unos tipos de mmh... escasos recursos entraron a preguntar por unos lentes de sol. El resultado fue espectacular: El vendedor se disculpa por unos minutos con nosotros con cara de incomodidad y se dirige hacia los susodichos. Les pregunta que qué querían con cara mala cara. Ellos responden con tosquedad que buscaban el precio de ciertos lentes. El hombre, sube una ceja y les dice casi triunfante: -"Esos cuestan $120.000".- Sin siquiera sacarlos para que se los prueben. Quería desembarazarse de ellos rápidamente. -"Ah".- Responden y se van sin despedirse. El vendedor regresa a nosotros disculpándose nuevamente. La Pam, no se dio por enterada y se entretuvo en los lentes que quería y yo me sentí extremadamente incómodo: Hace un par de años, por mi manera de vestir más que por recursos, yo hubiera recibido una misma actitud de su parte.

(Creo que tendré que partir mis experiencias en más posts, me estoy alargando más de lo que pensé)

Una vez terminado el ritual de la compra de regalos, me hice el bacán y salí al encuentro de mi hermana a pie. Fue desastroso: Me cansé, la calle por la que iba era cruzada por un río sin puente, y además, estaba bloqueada y no se podía pasar. Así que, tuve que ir por otra calle, por una villa. Me devolví casi todo el trayecto (más cansancio y calor) Hasta que me encontré con la Su en su inconfundible auto. Estaba tan linda. Recibí los retos de siempre, le hice el mismo tipo de bromas pesadas de siempre y nos peleamos por lo mismo de siempre.
Compramos un vino que yo sabía que iba que era malo, Ron, bebidas y fuimos donde mi papá. Abrazos, elogios falsos para todos lados. Cena, Jugamos a las mímicas, lo pasé bien. (El vino en realidad, era horrendo. Asqueroso, el peor Carménère del mundo) y eventualemente llegó la Navidad. Mi hermano menor me hizo sentir ultra orgulloso al confesarme que no creía en lo que sus papás le decían. Para él, el viejo pascuero nunca ha existido. Con ocho años, me emocioné y le dije que cuando le hablen de religión, piense lo mismo.
Llegaron más regalos de los que esperaba (Siempre soy la persona que, debido a mi poca afinidad social-familiar recibe esos regalos apurados: Desodorantes, una polera que no era para ti y te queda muy grande, un chocolate barato, unas velas, etc).
Y así, terminó el día con yo yéndome a acostar a las 2;24 y los demás, no sé. Estaba muy cansado.

Queda aquí plasmada la 'foto' familiar. Hay mucho que notar ahí, pero el análisis queda para mí solito. (Qué penca la mala calidad de blogger para los vídeos).



Proximamente: Junta con amigas, año nuevo campestre, un nuevo personaje virtual y análisis afrigónico.

1 comentario:

  1. Sólo diré una cosa, la navidad está sobre valorada y cada año es más fome, sistémica y latera.

    "Buu Iván ya po" <- that made me lol xD

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